Los warlords o señores de la guerra africanos no me parecen más criminales que los políticos tiránicos y corruptos o que los depredadores económicos de otras latitudes. Lo que sucede es que en África los instintos aún están a flor de piel porque la lucha por la supervivencia es en la mayoría de estos territorios la única y principal preocupación, y la lacerante injusticia social que aquí se respira de forma brutal ciega el entendimiento, cercena hasta el más mínimo sentimiento y animaliza violentamente al ser humano.
Tristemente, creo que ésta es la clave para poder entender la trágica realidad que estamos sufriendo en la actualidad en Kenia y para poder soportar actuaciones inhumanas y salvajes como la quema de una iglesia con más de cincuentas personas dentro, la mayoría niños y mujeres.
Tristemente, creo que ésta es la clave para poder entender la trágica realidad que estamos sufriendo en la actualidad en Kenia y para poder soportar actuaciones inhumanas y salvajes como la quema de una iglesia con más de cincuentas personas dentro, la mayoría niños y mujeres.
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