Mi amiga Laura ha cerrado el bar. Después de que su médico le puso el diagnóstico encima de la mesa, un cáncer de pulmón, y le informara de las posibilidades que había a su alcance, se decidió a hacerle frente a la incertidumbre y a la angustia y someterse a un tratamiento de quimioterapia.
Pero, antes de empezar con sus sesiones de quimio, se cogió una semana de vacaciones para hacer el viaje, me confesó, que siempre había soñado. No quiso decirme cuál era el destino.
Pero, antes de empezar con sus sesiones de quimio, se cogió una semana de vacaciones para hacer el viaje, me confesó, que siempre había soñado. No quiso decirme cuál era el destino.
-Ya lo sabrás por las postales -me contestó ante mi insistencia.
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