No me parece de recibo que la política internacional de una nación dependa del carácter y humor de los gobernantes.
Un "¿Por qué no te callas", dicho en una cumbre de presidentes de gobierno y jefes de estado, no me parece una razón de peso para alterar el rumbo de unas relaciones internacionales.
Otro asunto bien distinto es que las palabras gruesas o delgadas sean el reflejo de problemas latentes. Eso ya es otro cantar. Pero, entonces, lo que está claro es que nuestro interés y atención debe enfocar el problema de fondo y no ahogarse en la superficie. Y mi preguna es la siguiente: ¿nos ayudan los medios de comunicación en ese esfuerzo por profundizar, por conocer el fondo de la política, por desentrañar los problemas, por desgranar lo que se hace de lo que se dice, por desenmarañar los intereses legítimos y nacionales mezclados con los personales o grupales? ¿Cumplen verdaderamente esta función los medios de comunicación? ¿O simplemente ofrecen en sus medios una y otra vez lo más anecdótico e intrascendente para regodeo morboso del consumidor? ¿O será que tanto los gobernantes como los medios de comunicación consideran que los ciudadanos de a pie no poseen la capacidad para entender lo que ellos mismos quieren y votan?
Le escribo desde Caracas. Soy un español emigrante, casado con una venezolana que, a su vez, tiene una hermana, un hermano y dos primas inmigrantes en mi país.
Un "¿Por qué no te callas", dicho en una cumbre de presidentes de gobierno y jefes de estado, no me parece una razón de peso para alterar el rumbo de unas relaciones internacionales.
Otro asunto bien distinto es que las palabras gruesas o delgadas sean el reflejo de problemas latentes. Eso ya es otro cantar. Pero, entonces, lo que está claro es que nuestro interés y atención debe enfocar el problema de fondo y no ahogarse en la superficie. Y mi preguna es la siguiente: ¿nos ayudan los medios de comunicación en ese esfuerzo por profundizar, por conocer el fondo de la política, por desentrañar los problemas, por desgranar lo que se hace de lo que se dice, por desenmarañar los intereses legítimos y nacionales mezclados con los personales o grupales? ¿Cumplen verdaderamente esta función los medios de comunicación? ¿O simplemente ofrecen en sus medios una y otra vez lo más anecdótico e intrascendente para regodeo morboso del consumidor? ¿O será que tanto los gobernantes como los medios de comunicación consideran que los ciudadanos de a pie no poseen la capacidad para entender lo que ellos mismos quieren y votan?
Le escribo desde Caracas. Soy un español emigrante, casado con una venezolana que, a su vez, tiene una hermana, un hermano y dos primas inmigrantes en mi país.
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