Hay un viaje que llevo planeando hace veinticinco años. Es el lugar donde comencé mi afición por las postales. He vuelto a recordar cada calle, cada bulevar, sus plazas y sus parques, sus jardines, sus anticuarios y sus mercadillos, sus restaurantes a la luz de las velas. Me he aprendido de memoria una guía actualizada de la ciudad. Pero nunca me he decidido a volver. Tengo miedo al desengaño. Todo el mundo me dice que la ciudad de mis sueños ha cambiado mucho con el paso de los años y de su historia.
sábado, 3 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario