martes, 10 de abril de 2007

Esta noche, cuando me acueste, viajaré a Amsterdam.
La última noticia que de allí me trajeron fue la del silencio. Y con él me arrullaré en sus calles tranquilas, limpias, ordenadas. De vez en cuando, carraspearé para oírme a mí mismo.
Llegará un momento que buscaré a alguien con quien hablar. Y entraré en un café, quizás inexistente, donde fumar un cigarrillo. Sentado al lado del ventanal, observaré el mundo a través suyo. De vez en cuando garabatearé alguna palabra. Y me dormiré, plácidamente.

No hay comentarios: